El cliente de una cadena británica de ordenadores se dio cuenta de que su portátil tenía un defecto de fabricación y fue a la tienda a que se lo repararan, pero se encontró con una sorpresa: le dijeron que no podían repararlo
porque había instalado Gentoo Linux, sustituyéndolo por el Windows Vista que tenía preinstalado. Al parecer, la política de la empresa es no aceptar reparaciones si el usuario cambia el sistema operativo, algo que consideran 'violación de la garantía
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